JACINTOS DE LA LLUVIA
Ya
tenemos un jardín en un desierto.
Cuando se abanicaba tu rostro
con
tus cabellos le coqueteabas
a la
tarde, que aprenderás a amar,
y la
prímula de un abril por llegar.
Quisiera
contarle a la melodía
que
dormirás al ritmo de mi corazón,
cuando
te inclines en mi pecho
y
murmures un aliento gemidor.
Me
envidian las palabras tiernas
que
tal vez te diga,
pedacito
de rosa,
de
beso,
de
rocío y tarde.
Oirás
suspirar el embriago de la flor.
Querer
partir por un sendero junto a ti
es
recordar que un día te surcarán
palabras.
Caerá la estrella y tal ves
que
has tocado mi alma... y te diré,
tráeme
jacintos a la hora de la lluvia.
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